El valle del Gijou es un pequeño rincón de Francia, ¡muy simple! Un valle, con muchos bosques alrededor, un pequeño río pesquero. Senderos, rutas para excursionistas. Un lugar donde respirar, entender y compartir.
El valle del Gijou
En Monts & Lacs en Haut-Languedoc, en medio de los Monts de Lacaune, el valle del Gijou forma parte de los grandes conjuntos naturales y paisajísticos destacables del Tarn. El lugar asocia praderas verdes con zonas húmedas en el fondo del valle, bosques con medios semiabiertos en las vertientes escarpadas. De esa diversidad de medios, el valle del Gijou conserva una tonalidad salvaje que crea gran parte de su interés paisajístico.
El valle culmina entre 350 y 800 metros de altitud, sin embargo, es muy encajado, lo que le confiere características casi montañosas. Entre Lacaze y Viane, por el relieve menos abrupto, la agricultura domina claramente el lugar. Por el resto del valle, en cambio, dominan numerosas paredes rocosas más o menos abruptas, boscosas o cubiertas por vegetación de landa, a veces con cámaras subterráneas naturales. Esta vegetación corresponde con varios tipos de suelos: arenisca esquistosa, micacita, gneis, rocas calcáreas.
Una vegetación particular.
Entre las especies encontradas en los acantilados del Gijou, podemos destacar la presencia de plantas raras, como la Micranthes clusii (especie de Saxífraga, llamada Saxifrage de l’Ecluse en francés). Crece en las ranuras entre las piedras. Se trata de una especie protegida del Macizo Central. Empieza su floración en mayo. Existen topónimos como Bouisse ou Bouissas que evocan también la presencia de boj (buis en francés; Bouisse sería entonces un equivalente de bojedal
Unos medios vivientes
La mezcla, como un patchwork, de landas con afloramientos rocosos, crea un medio favorable para numerosos reptiles a quienes les gustan los medios pedregosos cálidos y secos: la culebra verdiamarilla, la culebra lisa europea, el lagarto verde occidental… En escasa cantidad, podemos observar la nutria europea, un mamífero carnívoro de la familia de los mustélidos.
La presencia de cavidades, salientes rocosos, y zonas de llanos proporciona a las aves rupestres una configuración ideal, puesto que buscan medios rocosos que acojan sus zonas de anidación, para disimular sus nidos. El búho real (uno de los mayores rapaces nocturnos en Europa) y el halcón peregrino son los rapaces típicos de estas paredes rocosas.
Grutas, galerías y murciélagos
Numerosas especies de murciélagos se registraron en el valle del Gijou, entre las cuales el murciélago pequeño de herradura, así como el grande, el murciélago de bosque (barbastela), y desde hace poco tiempo el murciélago ratonero grande.
El sendero de interpretación del medio natural y del patrimonio, largo de 30km desde Lacaune pasando por Gijounet y Viane, es un sendero que pertenece a la Red Natura 2000. Bordea el valle del Gijou y presenta con carteles el ambiente del valle, los pueblos con carácter, los hábitats naturales destacables y las especies asociadas, los elementos patrimoniales relacionados con el agua…
Para ir más allá: La Vía Verde
Aquella Vía Verde de montaña , acomodada en una antigua vía ferroviaria, se ubica al pie del macizo de los Monts de Lacaune, en altura, con una pendiente media de 3%. Bordea el valle del Gijou, en un valle encajado en pleno bosque. Largos trozos ofrecen hermosas vistas a lo lejos, así como un sitio notable en el Gourp Fumant (sucesión de túneles y viaductos). Se puede alcanzar fácilmente el pueblo de Viane. La Vía Verde acomodada en la antigua vía del “Trencito” parte de Lacaune-les-Bains hasta Le Bouissas (Gijounet). Un paseo de 11km practicable a pie, con bicicleta y también para los padres con niños en cochecitos.